Leí esta frase por ahí en alguna parte: “No ahorres lo que te queda después de gastar, gasta lo que te queda después de ahorrar.”
Las virtudes y beneficios del ahorro son increíbles, pero es fácil dejarse influenciar por la publicidad de algún producto que vemos anunciado en televisión, que nos crea una sensación de necesidad donde esta no existe y sentimos que nos hace falta ese producto aunque no sea así.
La falta de control sobre nuestros impulsos es la principal causa de que muy pocas personas ahorren dinero hoy en día. Es fácil decirse a uno mismo “Sí, lo merezco, voy a comprarlo y lo cargaré a la tarjeta de crédito, así podré pagarlo a meses sin intereses.”
Y así nos volvemos solo gastar y gastar.
Cambiamos el ahorro por gasto, y peor aún por deuda de consumo a través de tarjetas de crédito, préstamos personales, y otros instrumentos financieros de pago.
Por eso es muy importante recordar la importancia del ahorro, hablemos pues del valor del ahorro.
El ahorro consiste en separar una parte de tus ingresos, dejas de consumir una parte de tus ingresos en el presente con algún objetivo de consumo o inversión en algún momento del futuro.
Con frecuencia también se ahorra para enfrentar algún gasto imprevisto o alguna emergencia que pueda presentarse en el futuro. Sin embargo, varios expertos en desarrollo humano y superación personal lo desaconsejan, pues colocar ese objetivo para tu ahorro puede hacer que tu mente atraiga dicha emergencia. Pronto dedicaremos un artículo a hablar sobre la Ley de la Atracción.
Consumir es algo inevitable, pero ahorrar una parte de tus ingresos siempre es posible y es una muestra inequívoca de inteligencia financiera. Si tu intención es mejorar tu economía el ahorro es necesario para poder aprovechar las oportunidades de negocios e inversión cuando estas se presenten. Recuerda que ahorrar es importante, pero es mucho mejor cuando destinas ese ahorro a invertir en activos que generen dinero, de lo contrario tu ahorro estará perdiendo poder adquisitivo a consecuencia de la inflación.
Analiza cuáles son tus ingresos y crea un presupuesto de cómo gastarás esos ingresos destinando al menos un diez por ciento al ahorro, de esta manera cubrirás tus necesidades de gasto y al mismo tiempo estarás comenzando a ahorrar.
Comentarios
Publicar un comentario