Adquirir un crédito hipotecario es adquirir un compromiso de muy largo plazo, incluso podríamos decir que es la deuda más grande e importante que podemos tener en nuestra vida.
Aunque suene abrumador, cabe considerar que, a diferencia de otros créditos como los préstamos personales o los créditos al consumo, un crédito hipotecario es un crédito garantizado porque cuenta con el aval de una propiedad que queda en garantía durante la vida activa del crédito, por lo que las tasas de interés son bajas en comparación con los créditos no garantizados.
Para comprar una casa se requiere de una inversión considerable, por lo que debe ser analizada con tiempo y evaluar todos los aspectos. De igual manera deberías proceder para elegir el crédito hipotecario más adecuado, son varios los aspectos a analizar y hay que evaluar las distintas ofertas de crédito existentes, pues tan solo un punto porcentual menos en la tasa de interés significará miles de pesos menos que gastarás durante los años que dure el crédito.
Cabe mencionar que un crédito hipotecario no sólo se destina a compra de vivienda nueva, también puedes adquirir vivienda usada, construir en terreno propio, financiar un terreno, obtener financiamiento personal hipotecando la casa que habitas, e incluso ampliar o remodelar tu hogar.
Hay que recordar que los créditos hipotecarios son de largo plazo, el plazo más común es de 15 años, aunque también existen créditos a 20, o incluso hasta a 30 años. Mientras más largo sea el plazo menores serán los pagos mensuales, pero al final estarás pagando bastante más de lo que pagarías con un plazo menor.
La tasa de interés es anual aunque la capitalización suele ser mensual e incluso diaria. La tasa de interés promedio por créditos hipotecarios suele estar entre el 7 y el 9 por ciento, aunque más importante que la tasa de interés es el costo anual total (CAT) que incluye la tasa de interés más otros costos y gastos como comisiones, seguros, o bonificaciones. Hay que tener en cuenta este indicador, ya que una tasa de interés de, digamos un 8.75%, puede ascender al 12% cuando se considera el costo anual total. También es importante mencionar que los intereses son deducibles de impuestos.
Ante las diferencias tan grandes que existen entre las distintas opciones de crédito hipotecario y para evitar gastar más puedes acudir a diversos bancos y entidades financieras para comparar su oferta, o puedes acudir a una agencia hipotecaria que hará la comparación por ti, otra opción es ingresar al simulador de hipotecas de la Condusef en https://phpapps.condusef.gob.mx/condusefhipotecario/
Es importante recordar que al adquirir el crédito la hipoteca a favor de la institución que te lo otorgó se inscribe en el registro público de la propiedad. Puedes rentar la propiedad pero no enajenarla (venderla), y si no cumples con los pagos mensuales la entidad financiera procederá a embargar el inmueble, con lo que no solo perderías la propiedad sino también todo lo pagado hasta ese momento, por eso es importante cumplir con los pagos de manera puntual.
Finalmente, es importante recordar que una parte de tus pagos cubrirá el capital adeudado y otra parte se destinará al pago de intereses. La proporción destinada a pagar intereses es mucho mayor durante la primera mitad del crédito, pero si tienes la oportunidad de adelantar pagos es altamente recomendable porque el pago adelantado sí se destina como abono a capital, reduciendo el plazo y la cantidad total que habrás pagado mientras dure el crédito.
Comentarios
Publicar un comentario